lunes, 20 de noviembre de 2017

Revolución, Poder del pueblo, Lenin y Stalin, 100 años

Por María Aureliana Buendía 
A Timo e Imelda, los candidatos presidenciales de la Nueva Colombia 
 
El hecho más importante de la historia de la humanidad cumple 100 años. La Revolución socialista  de octubre atañe directamente a todo el mundo, en primer lugar a los pueblos, a los marginados del poder, a los explotados; en segundo lugar a quienes habían detentado el poder económico y político desde la antigüedad, los explotadores, lo señores esclavistas, los feudales, los capitalistas.
Somos una cosa o la otra independientemente de la cantidad de melanina que realmente es una construcción social, eso de la raza. Pertenecemos a la clase de los explotados o explotadores, en cualquier lugar del planeta y sus alrededores, en virtud de la relación que tengamos con los medios de producción en una formación socio económica o en otra. Carlos Marx descubrió que “la historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases”, donde se enfrentan intereses antagónicos del proletariado y la burguesía. En esa confrontación clasista la burguesía, o casta alta, siempre había salido victoriosa, se repetían los reveses y  desilusiones en el campo popular.
Hace 100 años el paradigma cambió radicalmente. Los comunistas, con Lenin a la cabeza, llevaron a la práctica la revolución soñada por Marx, Engels y toda una pléyade de luchadores en el mundo y se tomaron el poder político y económico en Rusia. Llegaron al poder los obreros y soldados organizados en los Soviets, por primera vez en la historia de la humanidad. Fue derrotado el imperio ruso y ¡Triunfó la revolución socialista!
El nuevo gobierno revolucionario decretó la paz y el traspaso de la tierra de los terratenientes, de los zares y de los monasterios a los comités de campesinos. Se planeó proteger los derechos de los soldados y el control por parte de los obreros de la producción del país. Los bolcheviques asumen el control territorial casi total del la nación. Al tiempo que  se desarrollaron los planes revolucionarios que beneficiaron a la absoluta mayoría del pueblo, surgió  la contra revolución,  los primeros enfrentamientos de la guerra civil y la intervención militar aliada en Rusia.
Se propinó la primera derrota al capital mundial: el Ejército Rojo del poder soviético venció a la alianza militar de los EE.UU., Inglaterra, Francia, Italia, China,  Japón, Grecia, Canadá, Polonia, Checoslovaquia y otros países menores. Esta guerra costó más de nueve millones de vidas, la precaria economía quedó  devastada y el hambre era generalizada.
Los bolcheviques salvaron la Patria y el socialismo con la Nueva Política Económica” que en palabra de Lenin era una “retirada estratégica”; consistió en permitir el libre comercio como medio para  construir los fundamentos  hacía el socialismo. Efectivamente, lograron revivir la industria y la producción alimentaria; se repartió la tierra entre los campesinos. Apenas lograda la consolidación del nuevo poder socialista, muere en 1924  el Gran Lenin, el más terrenal de los terrestres y el más humano de los humanos, como lo describió el poeta Mayakovski, quien a su vez fue uno de los mas importantes constructores de las nuevas concepciones del arte.
Cuando Stalin es elegido Secretario General del Partido Comunista, reemplazando a Lenin, ya tenía su propia idea de cómo desarrollar el socialismo, contraria a las ideas de Trotsky, Bujarin y otros cuadros. Stalin, como Lenin, creía en la construcción del socialismo en un solo país, siempre y cuando  lograra un acelerado desarrollo industrial. Para lograr la industrialización, se debía mecanizar la producción agrícola. Ambos requerían de planificación y centralización. Antes de que sobre la figura de Stalin cayera la ignominia, estos componentes de su propuesta  económica fueron considerados en occidente como ideas “geniales” de un estadista.
Bajo la dirección del estado socialista de Lenin y Stalin, la Unión de Republicas Socialistas Soviéticas, URSS, alcanzó niveles inimaginables de desarrollo político, económico, social, cultural y científico. De la atrasada Rusia de los zares, la URSS alcanzó  a las potencias de la época: Inglaterra, EE.UU., Francia, Italia. Eso explica que la Unión Soviética y su glorioso Ejército Rojo derrotaran al nazismo alemán en su territorio y posteriormente avanzara victorioso hasta Berlín en mayo de 1945. La humanidad aún tiene una gran deuda con  el sacrificio de ese gran pueblo que nos libró del peor genocidio, de un holocausto universal.
De la Segunda Guerra Mundial, la URSS surgió como una superpotencia en todos los aspectos y fundamentalmente moral. El mundo capitalista no pudo admitir nada siquiera parecido y arremetió ferozmente iniciando la guerra fría. Desmontan procesos revolucionarios avanzados en Francia e Italia y otros países con operaciones encubiertas  como “Gladio”. En lo económico deciden la construcción de los “Estados de bienestar” que pudieran competir con los logros del socialismo, hoy los desmontan, ya no son necesarios.
Vale recordar, en estos tiempos de revolución informática, el Sistema Estatal Automatizado de Contabilidad y Procesamiento de Información que se inventaron los científicos soviéticos a principios de los años 60, esto es lo que hasta hoy 57 años después, se conoce como  plataforma informática o sistema informático[1]. Para ese momento, se agravaron las dificultades en la gestión de la economía nacional de la URSS, causadas por un aumento en la gama de productos, su diversificación y el aumento tanto del número de vínculos entre empresas como de éstas. Todo esto complicó no solo la recopilación de información y procesamiento estadísticos, sino también la planificación a nivel de empresas, industrias y toda la economía nacional.
Un grupo de científicos soviéticos dirigido por el académico V.M. Glushkov desarrolló un proyecto llamado “Red Estatal Unificada de Centros Informáticos”, que constaba de aproximadamente 100 Centros de Cómputo, unidos por canales de comunicación de banda ancha y distribuidos en todo el país. Cada uno de los centros territoriales conectados con los Centros de Cómputo de grandes empresas, ministerios y red (clúster) para el servicio de pequeñas empresas. Es el sistema socialista el que garantizó los más grandes avances para el bienestar de los pueblos[2], no cabe duda. Es por eso que celebramos  los 100 años de la primera revolución proletaria.
¿Pero cómo pudo suceder que la potencia socialista, la URSS, colapsara? Cada vez hay más evidencias y pruebas de que no hubo tales errores garrafales en la política o en la economía o en la ciencia o en la sociedad. Siempre hubo nuevos e inmensos retos en todos estos aspectos y siempre hubo un enfrentamiento de concepciones entre los dirigentes del Estado y en la misma sociedad. Es decir, la lucha de clases no cesó, hubo sectores que siguieron defendiendo y conspirando por restaurar el capitalismo, con mucha fuerza desde 1953, contra sectores revolucionarios y comunistas, contra los intereses populares. Y ganó la traición, se impusieron las concepciones individualistas pequeño burguesas, enmascaradas en un radicalismo y transparencia inexistentes.
Hoy Rusia está en condiciones de poner en jaque nuevamente las agresiones imperiales y la unipolaridad del mundo. El pueblo ruso conserva los valores y principios más humanistas aprendidos en el socialismo y sin duda construirá una nación mejor, no serán inferiores a la gesta de 1917.
A diez mil novecientos nueve kilómetros, trazados en línea recta,  que separan a Bogotá de Moscú; en Colombia vivimos una importante coyuntura de profundos cambios. La paz ha vencido a la guerra, la reconstrucción del país está a la orden del día. En la implementación de los Acuerdos de La Habana y el involucramiento de todos los colombianos radicará el éxito de sacar al país a los horizontes del desarrollo y el bienestar. Las candidaturas presidenciales de Timo e Imelda del Partido del Común (Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, FARC) garantizaran esa alternativa para Colombia y América Latina.
¡Vivan los 100 años de la revolución!
[1] Por ejemplo: el sistema SAP, Systems Applications Products in Data Processing (1972), empresa alemana.
[2] “En los años cincuenta la Unión Soviética se desarrollo a un ritmo que doblaba el de la mayoría de los países avanzados. Entre 1950 y 1975, el índice de producción industrial soviético aumentó 9.85 veces (según datos soviéticos o 6.77 veces (según los de la CIA), mientras que el índice de producción  industrial  de los EEUU creció 2,62 veces. La Unión Soviética disponía de un cuarto de todos los científicos del mundo,  y el lanzamiento  del Sputnik simbolizó sus logros científicos. Los salarios y el nivel de vida crecían  ininterrumpidamente. Se fijó una semana  laboral de cuarenta horas para la mayoría de empleos, y de treinta y cinco para los trabajos   más duros. Se estableció un sistema universal de pensiones. La disponibilidad de bienes de consumo aumentaba, y la “brecha en el desarrollo económico y social entre la Unión Soviética y los EEUU se estaba cerrando rápidamente”. A mediados de los años ochenta, la Unión Soviética producía el 20% de las mercancías  industriales a nivel mundial, a diferencia  del 4%, sobre un total  mucho más reducido, que  producía  en el momento de la revolución. Estaba en la primera posición mundial  en la producción de petróleo, gas,  metales férricos,  minerales, tractores, hormigón armado,  artículos de lana,  zapatos, remolacha azucarera, patatas, leche, huevos y otros productos. Su producción de energía hidroeléctrica, productos químicos, maquinaria, cemento y algodón solo quedaba por detrás  de la de los EEUU.” Roger Keeran, Thomas Kenny, 2010, El socialismo traicionado, España, El Viejo Topo

viernes, 13 de octubre de 2017

Un candidato del Común para la nueva Colombia



Por María Aureliana Buendía
Magnífica oportunidad la que brinda ANNCOL, agencia colombiana de prensa radicada en Europa, para expresarle a la opinión colombiana e internacional criterios que desde tiempos históricos manejábamos en las FARC-EP y que hereda el Partido del Común (FARC), sobre la política en general como estrategia de la toma del poder.
Esa estrategia acertadamente ha contemplado en primer lugar un gran movimiento de masas. No hay partido, ni movimiento, ni frente revolucionario, que no sueñe con millones del Común peleando, disputándole el poder a la clase capitalista. Y en esos millones están los verdes, los azules, los rosados, los morados, los rojos, los liberales y conservadores, los independientes, los sin partido.
Los conceptos excluyentes por las razones que sean, son sinónimo de inmadurez  y sectarismo. ¿Derrotados pero puros y castos? Esos era los argumentos de quienes en su momento se opusieron a la creación de la Unión Patriótica y posteriormente la ahogaron y aislaron, permitiendo su  genocidio. Derrotados, puros, castos y muertos, esa es la propuesta. No es para los revolucionarios farianos hijos de Manuel y Jacobo.
A una “burguesía traganíquel” como decía Jacobo, que no ha cumplido ni su papel histórico de desarrollar las fuerzas productivas del país hay que obligarla a cumplir lo pactado, pero más allá, la implementación es tarea nuestra, de todos los colombianos. Construyendo poder popular, debatiendo los planes de desarrollo en todos los niveles, fiscalizando los bienes y dineros, proponiendo soluciones y alternativas a los problemas con audacia, responsabilidad y disciplina. Recurriendo fundamentalmente a la organización y a la movilización popular.
Partiendo de logros alcanzados por el Acuerdo de Paz, que ya han cambiado al país:
*  El acuerdo impone una política de paz de Estado.
* El acuerdo logra dividir al bloque de poder dominante, siempre unido alrededor de la guerra.
*   El acuerdo logra dividir a las FF.AA., instrumento de guerra contrainsurgente.
*   El acuerdo produce un movimiento popular que frente a la derrota en el referendo lo hace suyo y lo salva. El acuerdo de paz es aprobado por las mayorías en las calles, plazas, aulas, auditorios, centros laborales, universidades, pueblos y veredas de Colombia.
*   El acuerdo logra develar responsabilidades inequívocas frente a la prolongación de la guerra, saca a la luz a las víctimas, millones de desplazados y desterrados, miles de desaparecidos, centenares de masacres y asesinatos selectivos.
*  El acuerdo pone en evidencia la política estatal de exterminio del contrario por razones políticas y abre las compuertas a la democracia.
*   El acuerdo se convierte en ejemplo internacional para la solución negociada de conflictos bélicos.
*   El acuerdo es herramienta, instrumento para la lucha de clases.

La representación del Partido del Común (FARC) en cualquiera de sus niveles es cuestión de enorme seriedad y responsabilidad. En primer lugar debe representar la línea política del partido (no una independiente y propia), es de perogrullo, sin veleidades pequeñoburguesas. Si las revoluciones se hicieran insultando, echando discursos mediocres o en acciones aisladas y oportunistas, ésta ya hubiera triunfado.

Nuestro candidato debe parecerse a los colombianos  del Común, sin pretensiones de grandeza, porque toda la gloria cabe en un grano de maíz, respetuoso, leal con el partido e incondicional con los intereses del pueblo, cumplidor de la palabra, audaz, interprete certero del momento histórico nacional e internacional, es decir -con los pies sobre la tierra.

Nuestro candidato es un gran organizador, porque las revoluciones no se hacen, se organizan, decía sabiamente Lenin. Es un visionario, que dirige con el corazón ardiente y cabeza fría. Es querido y respetado por los farianos, fundó frentes y bloques guerrilleros, organizó campañas militares, políticas  y sociales, enriqueció nuestra estrategia política y militar, defendió  a las masas contra el paramilitarismo y el terror del Estado, fundó organizaciones populares que resistieron todas las arremetidas fascistas; firmó el Acuerdo de Paz convertido en oportunidad histórica, se ha ganado el corazón de las gentes del común, el respeto de los adversarios, la admiración de líderes internacionales. Manuel y Jacobo acertaron con él.

miércoles, 22 de junio de 2016

Y sin embargo se mueve… La lucha de clases


Carolina Trens de Los Nadies

Galileo, el gran observador del cielo e irreductible crítico, descubrió que la tierra no era el centro del universo y que además se movía alrededor del sol. El científico italiano se ve acusado porel poder de la Iglesia, que tiempo antes había decidido el trágico destino de Giordano Bruno quien por causas similares fue quemado vivo en la hoguera por la Santa Inquisición. Decía la sentencia contra Galilei: “…La proposición de ser el Sol el centro del mundo e inmóvil en su sitio es absurda, filosóficamente falsa y formalmente herética, porque es precisamente contraria a las Sagradas Escrituras. La proposición de no ser la Tierra el centro del mundo, ni inmóvil, sino que se mueve, y también con un movimiento diurno, es también absurda, filosóficamente falsa y, teológicamente considerada, por lo menos, errónea en la fe.”…

La Santa Inquisición era la institución, creada por la Iglesia Católica, encargada de la supresión de la herejía, es decir, de perseguir, encarcelar, quemar a quienes estuvieran en contra de los dogmas de la doctrina religiosa. En España la inquisición fue práctica estatal, aplicada luego en territorios colonizados como nuestro continente.

La Inquisición, cuadro de Goya.

El poder, eclesiástico, político, económico, militar o cualquier otro, desde tiempos inmemoriales, y más exactamente desde que la sociedad se dividió en clases, ha perseguido no solo a sus detractores, si no a todo aquel que ose, consciente o inconscientemente ponerlo en peligro. La primera forma de legitimación del poder ha sido la fuerza, la coerción, física y sicológica.

Sin embargo, la humanidad en su larga historia ha logrado conquistas importantes, se proclamaron los Derechos del Hombre, se crearon conceptos como la libertad, la igualdad, la fraternidad, la democracia. Se construyó el socialismo en la URSS[1]la sociedad más avanzada, más justa y equitativa. Los comunistas soviéticos derrotaron a Hitler y llevaronal primer hombre al espacio. Se acabó la esclavitud y el régimen del apartheid, se derrumbó el sistema colonial. Triunfó la revolución cubana. Nada ha sido un regalo o una casualidad: todas las conquistas de la sociedad humana han estado precedidas por una intensa lucha de clases.

Así como la tierra no ha dejado de moverse, la lucha de clases ha existido siempre, desde su surgimiento. Lo descubrió Karl Marx, señalando su carácter objetivo: existen producto de la formación socioeconómica capitalista. Lucha de clases, es el conflicto entre los intereses materiales antagónicos que surgen de la explotación en el ámbito de la producción de bienes. Existe un grupo de seres humanos que son dueños de los medios de producción que someten y explotan a otros que solo tienen su fuerza de trabajo. La apropiación de la riqueza producida tampoco es proporcional al esfuerzo invertido.

Las clases sociales surgen en la sociedad primitiva, al desarrollarse las fuerzas productivas, el surgimiento de la división social del trabajo y la propiedad privada, simultáneamente la explotación del hombre por el hombre. Los capitalistas requieren de cada vez mayores ganancias, usan y disfrutan el canibalismo para garantizarlas en su propio país y cuando así lo deciden en cualquier lugar del mundo.

La primera, la segunda y probablemente la actual tercera guerra mundial las han desatado intereses capitalistas por apropiarse de mercados que les proporcionen ingentes ganancias y mantenerse en poder. El escenario de la lucha de clases en ese contexto se amplia, al pueblo explotado le surge otro enemigo, el transnacional.

Marx, Engels, lenin
La lucha de clases, la confrontación entre explotados y explotadores, entre ricos y pobres puede adquirir la forma de la guerra, como en Colombia. Si el pueblo inconforme lucha por mejorar su nivel de vida, osa contravenir una ley, una norma, una política del Estado, es una herejía y la respuesta es la represión inquisitorial. La violencia ha sido el instrumento por excelencia que ha usado la burguesía colombiana para mantenerse en poder, defender su posición de clase obteniendo enormes ganancias, someter, aniquilar a su enemigo de clase.

Pero la lucha del pueblo colombiano ha sido indoblegable y como en el Canto a Túpac Amaru,dice:
Al tercer día de los sufrimientos,
Cuando se crea todo consumado,
Gritando ¡libertad! sobre la tierra,
Ha de volver.
Y no podrán matarlo.

Así las negociaciones de paz en la Habana, Cuba, entre la guerrilla de las FARC y el gobierno Santos abren nuevas y esperanzadores posibilidades para la redención de las víctimas, de los luchadores, de los herejes. La lucha de clases puede desarrollarse en los términos logrados por el avance de la humanidad, no por la voracidad capitalista, sino por la democracia y la participación populares. No puede ser la plusvalía al costo de vidas humanas, ni arrasando con el medio ambiente estimulando el consumismo, inherente al capitalismo.

Es la hora de los cambios profundos. Más allá del simple homenaje del papa anticomunista y encubridor de fascistas Pío XII a Galileo en 1939, o los perdones de Juan Pablo II, que luego fueron desmentidos por el nazi Ratzinger quien casi 400 años después condena nuevamenteal sabio padre de la ciencia moderna. Colombia, el  mundo y toda la humanidad merecemos un destino mejor, luchémoslo.







[1] Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas 

jueves, 21 de abril de 2016

Trabaja para la foto


Por Antonio Villa

Buena parte de nuestro trabajo, en las ciudades, lo hacemos con organizaciones sociales, a las que la política nacional les importa mucho, en gran medida porque su gestión va encaminada a resolver problemas que frente a la inoperancia del Estado, o su cooptación por bandas de delincuentes, se han vuelto crónicas.

En estos ámbitos se comenta sobre la actualidad y, claro, las negociaciones de La Habana sobre la paz es tema central. Las recientes salidas de tono del Presidente Santos han estado de esos comentarios, porque no se entiende que la visita de unos jefes de las FARC, a una vereda de La Guajira, acordada con don Raimundo y todo el mundo, diera para una salida en falso, del tamaño de un oso pardo.

En estos colectivos el falso gesto de dignidad ofendida del Presidente es una prueba adicional de su volubilidad, de su carácter ambivalente, de su inseguridad sobre el significado de la paz, tema que  no es del todo suyo, que no ha estudiado, ni profundizado, ni asumido como meta trascendente de su mandato.

Alguno de sus más cercanos parientes y su grupo de amigos, le insinuó la importancia de tomarlo como eje de su gobierno y lo tomó prestado, con la ligereza de los oportunistas, como si se tratara de repartir favores desde el Ministerio de Hacienda, licencias desde el Ministerio de Desarrollo, o hacerse el de la vista gorda con los falsos positivos desde el Ministerio de Defensa.

Una vez embarcado en esa nave, rumbo a la paz, él que estudió artes de marinería, creyó que todo sería fijar un rumbo y llegar a puerto a hacerse una foto con sus compañeros de travesía y a celebrar. Solo que olvidó que, las más de las veces, hay tormentas, se pueden presentar motines a bordo y, en la travesía, se oyen cantos de sirena. Esta empresa requería un capitán que condujera la nave, más que uno que dependiera tanto de la tripulación.

Fracking a la Banca!!!

La Serranía de la Macarena es un patrimonio universal. Un ecosistema único de selvas húmedas y bosques, una de las formaciones geológicas más antiguas de la tierra con más de 1000 millones de años. La flora y fauna de la Amazonía, la Orinoquía y los Andes se dieron cita en este lugar mágico. Hay osos hormigueros, jaguares, pumas, venados, varias especies de monos, cientos de especies de aves, millares de especies de insectos y otras riquezas incalculables.

Y es a ese tesoro del pueblo colombiano que quieren convertir en colador con cientos de perforaciones… el capital no tiene limites, es sabido desde siempre.

Proponemos, y conste que no es nada personal,  la fracturación hidráulica a la banca colombiana y a sus socios y a sus amos, el capital financiero transnacional. ¡Producirle a los bancos 2 millones y medio de fracturas! Es lo que han hecho por todo el mundo. Extraer todo el dinero, o 90%, o 60%... Le haríamos un favor a la humanidad, no hay daños medioambientales, todo lo contrario le eliminaríamos al enemigo fundamental.

¡Viva el agua! ¡Viva la naturaleza! ¡Abajo el capital!

lunes, 18 de enero de 2016

Venezuela

Y hoy nacerás de nuevo duramente
desde donde el traidor y el carcelero
te creen para siempre sumergida.
(Pablo Neruda, Canto General)

Por Carolina Trens de los Nadies

Nuestros ejemplos: Cristina Fernández, Hugo Chávez, Evo Morales
Si el Presidente Maduro hubiera asumido la defensa de los intereses monopólicos y oligárquicos, nadie gastaría un devaluado peso de cualquier parte para tumbarlo. Si el presidente venezolano hubiera adoptado la política del terror contra su pueblo, la Doctrina de Seguridad Nacional de los EE.UU., como cualquier presidente colombiano, tendría sin duda, el apoyo irrestricto de los gobiernos de España, Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Israel, etc. Tendría el apoyo de los medios masivos de comunicación mundiales.

A nadie del poder mundial le importa si hay 5, 6, o 7 millones de desplazados, un millón o medio de muertos, descuartizados, desaparecidos, torturados. No hay escándalo alguno en la prensa, radio, televisión o internet si se descubren escuelas de sicarios, hornos crematorios, casas de pique, magistrados mafiosos, parlamentarios paramilitares, presidentes en lo uno y lo otro. Por el contrario, y es el caso de Colombia, el Presidente Santos[1] es recibido como estadista ¡divinamente!  

A Nicolás Maduro, como antes al inolvidable Hugo Chávez, le importa un bledo congraciarse con la cúpula del Imperio y menos si eso implica de algún modo afectar a su pueblo. Estos hombres en década y media no han hecho otra cosa que tratar de corregir el rumbo siniestro de la historia: la de la entrega de las riquezas nacionales, la de la injusticia y desigualdad, la de la sumisión y la miseria.

Socializaron la educación a todos los niveles y construyeron muchas universidades nuevas y gratuitas para miles de estudiantes.  En solo tres años crearon más escuelas que en todos los gobiernos anteriores juntos. La matrícula universitaria pasó de 500.000 estudiantes en 1999, a 2.000.000 al cierre de 2015. Funciona el Seguro Social y sirve como hospitales, dándole atención a cualquier persona. Crearon el banco del pueblo y de la mujer, para hacer accesible los créditos a todos. Crearon las misiones de salud, con 12% del PIB, y más de un millón de hogares construidos: bienestar directo para el pueblo.

Para el año 2015, el porcentaje de pensionados es de 84 % y fueron decretados cuatro aumentos salariales. Actualmente el ingreso mínimo mensual integral (salario más bono alimentación) es de 16 mil 399 bolívares. La pobreza extrema disminuyó a 4,7% en 2015; los hogares pobres  que 1998 se ubicaban en 28.9%, se redujeron a 19.12% al finalizar 2015. La tasa de desempleo en 1999 se encontraba en 10,6 % y para 2015 se ubica en 6 %.

Entre 1993 y 1998, IV República, la inversión social se ubicó en 37,2 %; desde la llegada de la Revolución Bolivariana (1999 / 2014) la misma aumentó 24,7 puntos porcentuales para ubicarse en 61,9 %. Están diversificando la economía para que no depender solamente del petróleo.

El pueblo participó ampliamente en la elaboración de la Constitución.  Crearon la figura del referendo revocatorio para presidente y para cualquier otro funcionario. Crearon el referéndum consultivo para que el pueblo pueda decidir sobre cualquier tema. Son internacionalistas, han aportado al desarrollo del Caribe más que cualquier potencia.

La revolución ha vencido en 19 procesos electorales limpiamente y con todos los veedores del mundo. Revivieron para Latinoamérica a Simón Bolívar, su legado y dignidad, su ideario, proyectos, una identidad.  

En Colombia al movimiento político Unión Patriótica, nacido de acuerdos pactados entre el gobierno y la guerrilla de las FARC, lo aniquilaron a tiros: era el partido de los pobres y de la paz. En Venezuela fuerzas políticas como la MUD (Mesa de Unidad Democrática, como el Centro Democrático de Uribe) e intereses oligárquicos, desatan una guerra mediática y económica sin precedentes, violando leyes y normas, sin embargo hoy dominan en la Asamblea Nacional, no les han tocado ni un pelo.
El mundo del capital se une contra la Revolución Bolivariana y sus líderes. Es vergonzoso y repugnante pero no extraño, que Bogotá sea el epicentro de la conspiración. Urdida por una élite que no ha permitido en Colombia reformas democrático burguesas por lo que el pueblo ha tenido que alzarse en armas y organizarse en la insurgencia de las FARC y otras guerrillas por más de medio siglo.      

Lo único revolucionario que puede existir en este momento, es el apoyo irrestricto al pueblo y al gobierno revolucionario de Venezuela. Rodear al presidente Maduro y denunciar las veces que sea necesario el complot internacional en su contra, es cuestión de moral y ética.



[1] Este “estadista y patriota” acaba de regalarle a una transnacional energética una de las mejores empresas colombianas ISAGEN.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Colombia. Cambio de armas


Por Carolina Trens

A los compañeros y camaradas, que por estar trabajando en otros frentes no conocen nuestra labor de formación de cuadros y organización de las comunidades afines a nuestra causa en las ciudades, nos parece oportuno informarles que este es un trabajo que ya tiene años de ejecución y vamos bien a pesar de la magnitud de la empresa y las dificultades de su ejecución.

En los cursos de historia del movimiento se ha informado de las particularidades que tiene el trabajo de las ciudades, especialmente desde que las organizaciones sindicales, indígenas y de base fueron sistemáticamente atacadas y muchos compañeros y compañeras exterminados con la misma agresividad que lo fueron los miembros de la Unión Patriótica y otras fuerzas independientes.

Los hombres y mujeres que llevamos unos años en estas tareas, hemos creado unos sistemas de trabajo colectivo que nos protegen de esos peligros y para mayor fortaleza del movimiento hemos formado grupos regionales de trabajo que con frecuencia nos juntamos para intercambiar experiencias y aunar mecanismos de defensa e intercambiar experiencias.

Con estos antecedentes entenderán la buena dosis de alegría con la que recibimos las instrucciones que nos hizo llegar el Comandante Timoleón, desde La Habana, para que empecemos a cambiar las armas y los métodos de guerra por elementos de paz, y alistemos un arsenal de ideas para construir, desde la política, el nuevo país en el que hemos de convivir con nuestros contendores de ayer y los contradictores ideológicos de mañana.

Esto nos cae, especialmente al creciente contingente de mujeres, de las que yo soy una de las que más ha lidiado la hirsuta bestia de la intolerancia y el machismo, como rocío en tierra reseca, porque ahí nosotras tenemos más recursos naturales para lucirnos.



En este punto, por la experiencia acumulada en estos años, permítanme sugerir que no solo tenemos que hacer acopio de nuestros éxitos en el manejo de las comunidades, sino en algunos fracasos que ha tenido la izquierda en la administración de las mismas, una vez que han tenido cargos de representación, porque en materia del manejo de los recursos públicos, no por mal destino de los mismos, sino por pura ignorancia en su manejo se ha caído en errores que debemos evitar.

Un arma que nos asegurará el futuro político será la correcta administración, con resultados, de los recursos que nos den a manejar. Agitación, sí; movilización, claro; ideas matrices; metas a mediano y largo plazo, y ¡resultados tangibles!